Temprano en la mañana se despertó. No esperaba particularmente nada. El día era soleado y lo tenía a su lado. Le pareció suficiente. Siempre había pensado y extraviado su pensamiento acerca de estas cosas. Le preocupaba mucho la oportunidad. No el oportunismo sino el sentido de la oportunidad. El se movía a su lado mientras ella se perdía en esos recovecos mentales. Restregó sus ojos. Se sentían bien las sábanas, la tibieza cercana ,la luz que el verano regalaba a través de la ventana. Decidió dormitar un poco más. Ya no pensó. Y se durmió. Sintió una leve presión en los labios. Despertó por segunda vez en la mañana. Otra vez no esperaba particularmente nada pero el beso en los labios, el calor, le hizo abrir los ojos y sonreír. El sentido de la oportunidad…
Método fácil y rápido para ser lector
Hace 5 semanas
muy sútil, y cuidadoso es este texto, además deja abierto las posibilidades a que uno siga imaginando
ResponderEliminarGracias Classina. Esa es la idea. Que la imaginación vuele a pesar de que este texto tenga como material- más que las estructuras literarias- algunas sensaciones específicas aparecidas en la madrugada.
ResponderEliminarSaludos.
Entonces la mayporia de las mujeres-contrario al dicho popular- tenemos un pesimo sexto sentido.
ResponderEliminarbesos despistados
A.
Como vas A. es que supongo no es cuestión de las mujeres esto del sexto sentido. Los seres humanos carecemos las más de las veces de ese sentido.
ResponderEliminarBesos inaugurales. Gracias por visitar.