sábado, 4 de abril de 2009

Monólogo

Quizá esté aquí para contarles el porqué nunca pude salir de mi jaula. O solamente para que los barrotes se hagan aun más gruesos hasta juntarse y hacerse muro. Un muro lleno de lilas que busca abrirlo pero no lo logran.
Vine a romper el silencio, ese que nunca rompí. Un silencio antiguo como esta jaula. Quizá vine a preguntarles a ustedes que se puede hacer.
¿Volverme loca? Ya lo intenté. Pero el mundo tiene categorías para todo y yo lo que quiero es escapar. Salir. Para siempre. Romper la cáscara. Como cuando nacen los pollitos. ¿Vieron nacer pollitos o serpientes? Luchan contra la cáscara que los encierra y ganan. Nacen. Quizá vine a nacer. Como un pollito o una serpiente. O a morir, que es otro renacer.
Qué extraño es todo esto. Ha pasado tanto tiempo que mis brazos se entumecen y mis piernas se hacen de piedra. Solo en mi mente pasan cosas. Y se hace la noche presente, bellísima. Noche de rocío. Amorosa, amiga. La noche.
Miremos un poco a la noche juntos. Cada uno tendrá su significado para ese estado que es la noche. A veces la noche me habla y yo la traduzco mal. La noche me dice al oído que es mi compañera y yo la de ella. Si. Compañeras mutuas y de la soledad. Ustedes no entienden mi soledad. Una soledad hecha de silencios y de palabras que quieren quebrarlo y no llegan. Y de días de pensar en palabras a través de palabras que forman palabras que no pueden decirla. Esa soledad es no poder decirla.
Escuchen. Shhhh. Un poeta me habla y recita:

Yo te siento así. Lila como vos querías.
Corriendo en la boca del silencio.
Tu silencio y mi silencio
que es el mismo.

De palabras está hecho este silencio

Yo te quiero así. De noche oscura.
Bailando como aquella hoja en viento
que solo yo y vos vimos alguna vez.
Tu en tu y yo en mi.

De noches está hecha esta locura.
Yo te escribo así. Con lo que puedo.
Haciendo equilibrio en cornisa del alma.
Tu jaula dibuja mi jaula y se abre
te fuiste, final.

De jaulas está hecho este cariño .

Calla poeta impío porque no eres digno de mi dolor, de mi desgarro de entrañas, de mi puñal en el vientre de mi cielo oscuro y de mi noche en silencio. Ni tú eres digno no yo. Vete a llorar como yo pero lejos. Hazme caso. De nada sirve que estemos uniendo dolores. Ya nada te salva poeta, porque nada nos salva.
Quizá deba callarme. He perdido el poder; he perdido la batalla de palabras. No logré la rebelión de mirar la rosa hasta pulverizarse los ojos. Ya no tengo ni boca ni lengua. Y sin boca ni lengua no tengo palabras. Y sin palabra nada soy: solo polvo soplado. Sopla viento y repárteme en la nada. Será que es la única forma de llegar donde quiero.
Y cómo explicar con palabras de este mundo que partió un barco de mí llevándome. Este llanto que brota no sería el mismo si no lo nombrara. Lloro con palabras: llanto, lágrimas, lamento, angustia, bronca, tristeza, despecho, emoción, impotencia. Con ojos, corazón, bocas y manos y alma. Lloro un llanto profundo, enorme y fatal. Lloro porque se me van las palabras. Y mi jaula se vuelve a cerrar.

1 comentario:

Aquí es donde usted mata palabras viejas